(Grito carlista de la 1ª Guerra)
(NOTA.- Este grito, que los voluntarios carlistas, daban al entrar en combate, no tenía otra misión -ni intención- que, en contra del Liberalismo -a la sazón “de moda” entre los “ilustrados” de la época- que decían y “ofrecían” una panacea, tan grande como su mentira: la “libertad”, y el ”paraíso” en la tierra- y ellos, oponían la certeza, la realidad, y el uso de la “viejas leyes” (En el País vasco el grito era: “¡ Jaingoaikoa, eta llegezarrak ! ” ¡ Dios y Ley vieja ! ) y el uso, y las costumbres ancestrales. A través de sus Fueros y Privilegios, que nadie había osado tocar, o, si lo hicieron sus antecesores, los Reyes Legítimos los devolvieron. (Caso de Cataluña, con D. Carlos VII).
Porqué traemos, hoy, aquí, ese grito de rebeldía y de lucha, permítasenos, si leéis hasta el final, amigos lectores, exponer nuestras razones.
Ezkarri azko! Moltes gracies! Muchas gracias! )
“vivan las cadenas…” Hoy. (Con minúscula y, en “voz baja” decimos nosotros…)
Porqué, de aquella rebeldía, de aquélla entrega a la Tradición, hoy, con las “nuevas cadenas”, no queda nada. O casi nada…
Hoy, las “cadenas”, no son otra cosa que las “subvenciones”, pero no ya a unos fines, qué serían, hasta cierto punto, legítimos, y bienhechores del común de las gentes, o las sociedades. No hablamos de esas. Hablamos de las que se dan:
A los “medios de difusión” (periódicos, tv.s, radios etc.)
A los sindicatos (llamados “libres”, para mejor escarnio de la libertad, naturalmente…)
A ciertas “asociaciones” -no nos da la gana de ponerlo en mayúsculas- que, se pretende, y, desgraciadamente, se consigue, aunque no siempre afortunadamente, sean “independientes”. No nombraremos a ninguna, por no dejarnos a otras en el “tintero”, pero basta ver sus actuaciones y convocatorias, y quienes acuden a ellas -a ocupar el estrado desde donde dirigirse a las “masas” – para dos cosas:
1º Entender que esas “ilustres personas”, no están ahí de “balde”.
2º Que nunca antes, nunca antes, les había preocupado otra cosa que no fuera su bienestar personal. Sus devengos económicos, sus privilegios, y como denominador común, en muchos de ellos, fueros. Y son, sus partidos poliíticos, los causantes, EN GRAN MEDIDA, SI NO EN TODA, de lo que, hoy mismo, estamos sufriendo -también hay quien disfruta, que los hay – con todo este maremágnum, de desconcierto social, y también desorden, e impunidades, desarreglos, falta de confianza, y hasta odio en algunos lugares, de unos contra otros, como está sucediendo en Cataluña, desde hace ya unos años. Y más con rotunda actualidad, desde no hace mucho tiempo, y que no es “flor de un día”. Pues se estuvo “incubando”, desde los tiempos del -hoy menos, o nada, “honorable J. Pujol”- y los que ha venido detrás, y esperan seguir con su ejemplo.
Pero, hablábamos de las “cadenas”…
ESTAS SON LAS CADENAS:
¿Porque que mejor manera hay, hoy en día, y ya desde esos principios, que las “subvenciones” para “encadenar” a quienes la reciben?
Esos “devengos económicos” que cobran, desde los Sindicatos (UGT, CCOO, y otros de menor cuantía, y en la “forma” que quienes las pagan -léase Gobierno Central o “autonómico” al uso, les hacen llegar, en forma de “Cursos de Formación” o cuando no DIRECTAMENTE, para cualquier evento que necesiten crear ), hasta los partidos políticos -todos los del “arco parlamentario”- y a las que NUNCA, ninguno de ellos ha renunciado. Y de los privilegios de que se siguen lucrando, TODOS, y a los que no renuncian.
Podríamos decir cuantas, y casi casi, los importes que -al erario público- le cuestan. Pero seguramente se quedarían muchas otras por nombrar, y no es el caso ahora entrar en ello. Solo, tan solo hacer publica nuestra opinión de que: como se utilizan y para que se utilizan. Y también de como, nosotros pensamos que deben acabarse. Y, con ellas, acabar con todo este entramado, de engaños y mentiras, que día sí, día también, nos cuentan aquellos : los “medios de difusión”, los sindicatos, los “creadores de opinión”, y toda esa raza de maleantes y mentirosos, unos por omisión, otros por complicidad culpable ante la Verdad, que no soporta el más mínimo control, sin un sonrojo en las buenas personas, y un más que justificado encono, de los que no son, o no somos tan “pacientes”.
Digamos, en primer lugar, como deberían ser la “ayudas”, por ejemplo, a la agricultura… Haciendo preguntas, que nadie va a responder, por supuesto.
Ahí va la primera…
Porqué, en vez de subvencionar a la producción, se subevnciona a la “superficie”?
Porqué, si, a mayor producción, menor costo al consumidor final -que es quién paga el producto- y, también así, de esta forma se incentiva, al agricultor, que ve, de esta manera, recompensado su trabajo, su esfuerzo, su dedicación, en vez de aquella otra, que solo beneficia a los grandes propietarios, que, la mayoría de las veces, ni siquiera “aparecen”, por sus propiedades?
Porqué, si se sabe que esto es de esta manera, no se corrige, y no solo a nivel nacional, sino a nivel europeo?
Pues por la sencilla razón de la “GLOBALIZACIÓN”. De ese sistema “global-mundial”, en el que, unos pocos, serán los dueños de todos los medios de producción, dejando a los demás -de cualquier país donde reina el sistema capitalista- como auténticos “siervos de la gleba”. Esa decir: una masa ingente de personas, “desheredados de la tierra” a los que dándoles un “entretenimiento” pasajero, y un consumismo fácil, pero que les hipoteca, generación tras generación, mejor dicho les “encadena”, con estas “nuevas cadenas” de “facilidades”, con este “paraíso terrestre”, en el que nada importa más allá del “hoy mismo”, a seguir así -eso si: con una “sonrisa de hombre-feliz-bobo”, sin criterio, sin opinión, más allá de la que los otros ( a su vez “subvencionados” para hacer ese trabajo, y que ya hemos nombrado anteriormente) los “medios de difusión”, los “nuevos planes de enseñanza” y otros que todos sabemos. Es el sistema capitalista. Permitidnos un “apunte” sobre el sistema capitalista…
Es de Chesterton, donde habla del derecho a la propiedad, y el uso que debe hacerse de ella…
(“La propiedad cumple un fin social…” Así debería ser, en el buen sentido, no solo de la palabra, sino de los hechos…)
“…la propiedad se parece al capitalismo, como la obra de un “hábil falsario” se parece a la autentica.
Ambas son, aparentemente, iguales. Difícil de distinguir una de otra… Con una diferencia sustancial: una de las dos es: FALSA…”
Así sucede con las “subvenciones a… (quién a ellos les conviene). Pues no se dedican a aliviar la carga económica de quien -honradamente- se la merece sino que se hace a cambio de un servicio o “trabajo”, que poco, o nada, tiene que ver con lo que podemos llamar -legítimamente- el “bien común”. Y, los que las reciben están encadenados, les guste o no, a quien se las proporciona. Y aquí se encuentran, los partidos políticos -todos los del “arco parlamentario”- los sindicatos más “representativos” (CCOO y UGT, los demás bastante tienen con sobrevivir) que no llegan ni al 10% de los trabajadores y de personas afiliadas, y que, además cobran por sus “servicios de asesoria”. Esas NO SON NUESTRAS CADENAS.
Las nuestras son:
La Honradez, la limpieza de carácter, el compromiso con la palabra dada, el respeto -incluso a los contrarios, o que no piensan como nosotros- y sobre todo, sobre todo, nuestra LEALTAD, a unos Principios, y a una Dinastía que, aunque proscrita, mantiene -y ha mantenido siempre- esos Principios de Respeto y Compromiso, a los pueblos que forman, desde los años pretéritos, esta nación de naciones, que se llama: España.
Desde ese punto, y desde hace ya casi 200 años, hacemos nuestro aquél grito: ¡VIVAN LAS CADENAS!.
Cuando esas cadenas, no son otra cosa que: un “amarre permanente”, a la verdadera LIBERTAD, a la HONRADEZ, y al BIEN COMÚN
Un saludo cordial
Oriamendi