Digo yo, que: cuando dejen de hablar, de la “sra” de marras, (más conocida como princesa Corinna”) y de lo que nos cuesta, o han costado, sus “andanzas” – y los de otras “sras” de antes, durante, (y parece que ya la cosa, está un poco más difícil para el “protagonista”, por la simple razón de la “edad”, como a todo ser humano), y, esperemos que no haya un “después”. Aunque nunca se sabe… Digo yo, que los “mass media” (Tvs etc., pero sobre todo esos), se ocuparán de verdad, de lo que importa (nos importa) a los españoles de “a pie”. Como puede ser la reactivación económica, la creación -de verdad- de puestos de trabajo. Saber, y comprobar, que las “ayudas sociales” llegan a su destino, etc. etc. Cosas, como pueden ver nuestros lectores, de “poca importancia…” ¿Verdad?
(Nota.- Tenía yo un compañero, cuando andábamos por esas montañas -éramos “montañeros de fines de semana”, porque el resto de los días había que acudir al trabajo- una de esas “personas, filósofos”, que hace la vida, y la experiencia- que nos hablaba, cuando, en las noches “vivaqueábamos” junto a la lumbre, o en alguna cueva- decía: “…la vida hay que buscarla en las pequeñas cosas…, que, todo lo demás, es podredumbre e cieno…”) Sabia filosofía la de este hombre -que sin renunciar a una vida mejor, había encontrado la manera de ser feliz– en la HONRADEZ, en el trabajo bien hecho, en el RESPETO a los demás. –Y esto lo añado yo, al -hoy tan “cacareado”, “medio ambiente”. Un saludo! amigo Ramón, donde quiera que estés… (Que, de bien seguro, será en el Paraíso…)
Ahora, el verdadero milagro, seria que dejasen de hablar. Que hicieran una “pausa” -entre anuncio y anuncio-, pero como eso es HARTO DIFICIL, pues que, por lo menos, digan TODA LA VERDAD. Y no solo aquello que por su naturaleza -la mas de las veces- es escabroso, feo, sucio, y que solo tiene cabida en sociedades en descomposición (alguien ha dicho EE.UU?), y transmitieran, si es que les dejan, un “soplo -bastaría con eso alguna vez- de aire fresco”…
Mucho me temo que, esto, es, de momento, una “hermosa utopía”. ¡Que le vamos a hacer!
Lo bueno del caso -y al revés lo escribo, para que me entiendan, los amigos lectores- es que les molestan los que no se “suben al carro de la conveniencia…” No lo pueden aceptar. Pero no por nada, solamente, y digo solamente, por esa -ahora tan “de moda”- “moral del rebaño…” (Aunque ahora lo aplican a los “contagios del covid 19”. Pero, a no tardar, y lo digo con total seriedad, se pondrá de moda. (Ignorando, la inmensa mayoría, es decir: el rebaño…) que de este “tipo social” ya existía en la antigua Roma: “panem et circem” (pan y circo…). Obra de muchos años de “fabianismo” (PSOE, por excelencia, aunque no solos…). Y ahí estamos.
Pero, seamos claros…
Nada de esto sería posible, sin conseguir primero: ¡la dimisión del hombre! las “masas” no son sino una consecuencia de esa “dimisión”. El “rebaño” no existe, si no hay -primero- un “igualitarismo absorbente y nivelador”. Donde el primero es igual al décimo, y este al último, y aquel al número… que más da! Que una cosa es tener los mismos derechos, y las mismas oportunidades, y otra muy distinta ser iguales. De eso ya se encargaron los que hicieron esa “Declaración de los Derechos Humanos…” allá por los años 50 del pasado siglo XX. O sea, antes de ayer, como quien dice. “Declaración” que no respeta nadie -y otro día hablaremos de ella- porque es más fácil dirigir un “rebaño” que dar, a cada uno, dentro de los limites de un humanismo natural, y deseable, lo que le corresponde. 1º Por su condición humana y 2º por que el Orden Natural, sea ud. amigo lector (a) creyente o no, es el devenir, y la conservación de todas las especies creadas.
Llegados aquí, me toca -a mi también- dejar de hablar… (Digo, si no les molesta…)
Atentamente
Sulpicio Motilla Olmo
(Director)